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Cómo adoptar un estilo de vida saludable y no abandonar en el intento

Sabías que aproximadamente un 40% de las muertes prematuras en el mundo desarrollado se deben a comportamientos no saludables como fumar, una mala alimentación o la falta de ejercicio? No es ninguna novedad que las elecciones de la vida diaria afectan nuestra salud. Cuando tomamos la decisión de erradicar comportamientos dañinos a la vez que adoptamos hábitos saludables damos un paso esencial para mejorar la calidad y duración de nuestra vida.

Nadie discute que hacer cambios en el estilo de vida para mejorar la salud es un objetivo admirable. Ya sea que se trate de modificar los hábitos alimenticios y de actividad física o de asumir una actitud proactiva para lograr bienestar mental, lo cierto es que esos cambios requieren tiempo, motivación y paciencia.

La parte fácil de todo cambio es hablar de lo que uno va a hacer. Decir por ejemplo: “Voy a eliminar por completo los alimentos procesados ​​y voy a hacer ejercicio cuatro veces a la semana”. La parte complicada es pasar de la palabra a la acción y mantenerla en el tiempo, eso que se conoce como constancia. Las investigaciones han demostrado que es difícil para los adultos cambiar el estilo de vida y mantener hábitos saludables.

Entonces, ¿qué podés hacer para aumentar tu motivación y realizar cambios que duren toda la vida? A continuación, vamos a ver seis consejos que te van a ayudar a mantener la inspiración y motivación para adoptar de manera definitiva un estilo de vida saludable.

1. Establecer objetivos SMART

Establecer objetivos es una excelente manera de hacer un seguimiento de tu progreso y de mantenerte motivado para seguir trabajando en los cambios que deseás realizar. Ya sea que estés intentando hacer más actividad física, que quieras agregar más alimentos de origen vegetal a tu dieta o que quieras dedicar más tiempo al cuidado personal, los objetivos SMART te ayudarán en el proceso de cambio.

Bien, entonces ¿qué son los objetivos SMART y por qué deberías usarlos? La sigla “SMART” proviene del inglés y significa:  Specific (específico), Measurable (medible), Achievable (alcanzable), Relevant (relevante) y Timely (de duración limitada).

Una de las ventajas de los objetivos SMART es que pueden ser utilizados por cualquier persona, en cualquier lugar, sin capacitación ni herramientas especializadas. Otra cosa, la ciencia ha respaldado el uso de las objetivos SMART: un estudio indicó que implementar estos objetivos es particularmente eficaz cuando se trata de adoptar y/o modificar hábitos como ejercicio y alimentación saludable.

Analicemos un objetivo SMART de manera concreta:

Alguien dice por ejemplo: “He decidido pasar más tiempo haciendo ejercicio y menos tiempo viendo Netflix.  Voy a caminar dos veces por semana, a la tarde, 8.800 pasos semanales, completando un total de 25 kilómetros al mes durante los próximos seis meses. Me gusta caminar y no tengo ningún impedimento para hacerlo regularmente. El martes empiezo”. Desglosemos en partes este objetivo SMART.

• Específico: quiero caminar 25 kilómetros al mes y reducir el tiempo que dedico a Netflix.

• Medible: me he fijado un objetivo de 8.800 pasos semanales y 25 kilómetros al mes durante los próximos seis meses.

• Alcanzable: disfruto caminar y tengo todo lo que necesito para hacerlo sin problemas.

• Relevante: al caminar regularmente mejorará mi salud general.

• Limitado en el tiempo: comenzaré el martes y seguiré el plan durante seis meses.

Como se ve, los objetivos SMART aportan claridad y dirección lo cual es fundamental para mantener la constancia necesaria para materializar los cambios que deseamos.

2. Tener un “por qué”

Cuando uno comienza a hacer este tipo de cambios y a establecer objetivos siempre es bueno preguntarse por qué.  Comprender la razón subyacente puede ayudar a mantener la motivación a largo plazo. Al igual que con un objetivo SMART se recomienda ser lo más específico posible con respecto al por qué. Por ejemplo, si uno está buscando hacer estos cambios para mejorar la salud habría que profundizar un poco más. Peguntarse: ¿por qué quiero mejorar la salud? ¿qué beneficios espero obtener y cómo impactará en mi vida? El por qué debe ser personal y significativo. El tener un por qué es lo que encenderá la motivación cada vez que aparezcan las dificultades y uno se sienta tentado a abandonar.

3. Hacer que los cambios formen parte de la vida diaria

Una excelente manera de incorporar cambios sistemáticamente a la vida diaria hasta que se conviertan en hábito es hacerlo en dosis pequeñas e incrementales. Por ejemplo, en lugar de eliminar por completo los alimentos procesados, comprometete a eliminar un producto o una comida procesada de tu dieta semanal. En lugar de comprometerte a ir al gimnasio cuatro veces por semana, comenzá a caminar dos veces por semana después del almuerzo.

Se trata de hacer cambios que sean sostenibles en el tiempo. Cuando comencés a hacer cambios pequeños, se dará el efecto bola de nieve, o sea una acción o evento que comienza siendo pequeño y que poco a poco se hace más grande y significativo. De repente, tu paseo semanal se convertirá en la rutina del mediodía y no podrás recordar la última vez que compraste una bolsa de papas fritas en el supermercado.

4. Contar con una compañía responsable

No tenés por qué recorrer en soledad el camino que te llevará a adoptar un estilo de vida saludable . Una de las formas más eficaces de mantenerse motivado es encontrar una persona o un grupo que te ayude en el proceso de cambio. Puede ser alguien que esté en una fase similar a la tuya o alguien que esté en una etapa más avanzada.  Contar con un compañero o un grupo de personas que te motiven y te acompañen es una ayuda invaluable.

5. Recompensarse

Hacer cambios positivos en tu salud es una gran razón para recompensarse. Además, cuando sepas que está trabajando para obtener una recompensa, podrás mantenerse motivado para alcanzar tu próximo objetivo.

Es importante asegurarse de que las recompensas se alineen con tus objetivos; por lo tanto, en lugar de salir a cenar para celebrar que corriste tus primeros 5K, considerá, por ejemplo, comprarte unas  zapatillas de running nuevas.

6. Ser tolerante con uno mismo

Cuando experimentés contratiempos al implementar los cambios de estilo de vida, es importante que no seas demasiado duro con vos mismo. Puedes ser que estés muy ocupado, que te enfermes, que te sientas agotado, etc.  Está bien, es normal y no pasa nada. Date tiempo, tolerancia y permiso para tomarte una pausa.

Lo importante es saber que siempre podés retomar el camino una vez que lo iniciaste. Un par de días o semanas no anulan el arduo trabajo que has realizado hasta el momento. Cuando estés listo, retomá la acción. Ajustá tus objetivos si es necesario y volvé a leer este artículo para reactivar la motivación 😊

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