A todos nos pasa o ha pasado: nos proponemos objetivos personales o laborales que nos llenan de entusiasmo al principio, pero pasado un tiempo nos damos cuenta de que el entusiasmo se esfuma o que a pesar de los esfuerzos, no logramos lo que queríamos.
Pensá por ejemplo en todas esas grandes decisiones de Año Nuevo que tomás cada año y casi siempre quedan a mitad de camino o no superan la fase de mera intención. Pero ¿por qué pasa eso? Simple: tu objetivo puede parecer razonable, pero si no se sustenta sobre la base de una genuina razón, lo más probable es que no consigas materializarlo. Para decirlo de otro modo, lo que te falta es una verdadera motivación.
La verdadera motivación tiene cuatro características principales. A continuación, te cuento cuales son:
1. Está arraigada profundamente en tu interior
Tu verdadera motivación debe germinar y crecer en una parte muy profunda de tu interior. Vos lo notás; es algo que siempre está ahí adentro y es tan personal y fuerte que a veces te conmueve hasta las lágrimas. Para los que somos padres, ese algo profundo se relaciona a veces con nuestros hijos. Para otros, se trata de tener una vida mejor de la que vivieron de chicos. Otros, quieren sentir orgullo de sí mismos en lugar de vergüenza o tristeza. Lo que es común a todos los casos es ese sentimiento profundo, tan personal y valioso que nos empuja a actuar.
2. Es persistente
La verdadera motivación dura mucho tiempo. No debe confundirse con un determinado evento pasajero (comprar un auto nuevo, por ejemplo). Si lo que te motiva es la idea de ser un ejemplo inspirador para tu familia o tu comunidad, esa motivación será lo suficientemente sólida como para no desaparecer.
Pensá en la actividad física. Si hacés ejercicio solo para perder peso, es probable que tu motivación desaparezca cuando efectivamente hayas perdido los kilos que querías. Pero si hacés ejercicio para funcionar mejor en la vida diaria, tener más energía para jugar con tu hijos o nietos, pasear el perro, reducir el estrés y mejorar tu estado de ánimo, entonces seguirás practicando la actividad física toda tu vida.
3. Es profunda
La motivación genuina, que moviliza a la acción, y te permite alcanzar tus metas debe ser trascendente, no trivial, pasajera o pequeña. Estar presente cuando alguien lo necesita o preocuparte y hacer un esfuerzo por estar bien y de buen ánimo para disfrutar la vida con las personas que querés, ¡esas son razones potentes y profundas que habitan en el corazón de tu motivación!
4. No es material
Algunas personas se sienten motivadas por el dinero y por comprar cosas. No está mal, pero el problema con las motivaciones de base materialista es que están fuera de tu control: así como vienen, se pueden ir en cualquier momento. Son volátiles. Pueden parecer importantes, o caras pero eso no las hace profundas, pues carecen de la conexión genuina e íntima con tu interior.
Un ejemplo: el hecho de que seas el CEO de una súper empresa multinacional, no necesariamente te aportará la satisfacción profunda que aporta la motivación real. Todo dependerá del porqué querés estar en esa posición; es decir, tu razón interna. ¿Deseás ese puesto por el sueldo alto, por prestigio y poder o porque querés ser un líder con responsabilidad que tiene la oportunidad de transformar la organización? Si es lo segundo lo que te motiva, vas a trabajar cada día para inspirar a otros y factores como el salario o el poder, van a pasar a segundo plano. Esa motivación no material ni pasajera es la que te dará la fuerza para trabajar día a día, y afrontar las dificultades.
Entonces, para ir cerrando, pensá en tus objetivos actuales y analizalos a la luz de estas cuatro características que describen la motivación real, para ver si están en sintonía. Si no están, tratá de profundizar en tu interior, hacé las preguntas difíciles, desafiá tus creencias, planteate en serio si estás en el lugar que querés estar y si tus objetivos tienen como raíz una motivación genuina y profunda.
Cuando desbloquees tu verdadera motivación, vas a desbloquear la clave de una vida exitosa.
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¡Nos vemos en el próximo artículo!

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